Consejos antes de comprar una casa propia

Adquirir su patrimonio requiere de mucha planeación, pues es una inversión a largo plazo tanto para usted como para el bienestar de su familia.

En algún momento de nuestra vida hemos soñado con tener nuestra casa propia o departamento. Es parte de la necesidad humana de tener seguridad: un lugar nuestro dónde vivir. Por otro lado, a muchas personas el hecho de pagar una renta les parece (aunque de manera equivocada) lo mismo que tirar su dinero a la basura. Prefieren pagarle intereses a los bancos (aunque esto también podría percibirse como tirar el dinero).

Comprar una casa tiene sentido financiero, por eso tenemos que elegirla con cuidado y hacer las cosas bien. Si estás pensando en comprar un bien inmueble, debes tomar en cuenta los siguientes consejos:

1. Tener tus finanzas personales en orden. Antes de pensar si quiera en meterte en un crédito de largo plazo, debes sentarte a analizar tu presupuesto actual, tu liquidez y habilidad para contraer deudas (y poder pagarlas cómodamente), tu estabilidad y perspectivas laborales.

También tus metas financieras futuras, porque deben convivir. Debes asegurarte que tu deseo de tener tu casa propia no interrumpa o posponga tus demás metas. Este gasto debe seguirte permitiendo ahorrar para tu retiro, para la educación de tus hijos y para tus demás metas.

2. Analizar tu capacidad para generar ingresos, en el largo plazo. El mundo es muy volátil. Un día una persona puede estar muy segura en su empleo, y al día siguiente ser liquidada. Un error muy común de la gente es olvidar esta parte.

Las hipotecas suelen ser créditos a largo plazo, y uno debe estar seguro de generar el flujo de efectivo suficiente para hacer frente a sus obligaciones durante ese periodo. Por ello, no recomiendo apretarse demasiado el cinturón o tener créditos con una mensualidad creciente, es mejor tener cierta holgura. No cometas el error de comprar una casa que no podrás pagar después.

3. Determinar si el momento es el adecuado.Muchas veces basamos la decisión en lo que nos dicen los vendedores, personal entrenado para convencernos de que nos están ofreciendo una verdadera ganga y que seguramente una casa propia nos dará muchas satisfacciones y consolidará nuestra familia y que el mejor momento es hoy.

Ellos conocen técnicas de venta para hacernos olvidar la seriedad con la que tenemos que tomar esta decisión. Nunca debemos dejar de analizar todos los aspectos, inclusive el de nuestro momento. Tal vez hayamos estado pensando en poner un negocio. Tal vez no pensemos quedarnos mucho viviendo en esa propiedad y tengamos la perspectiva de cambiarnos de ciudad en menos de cinco años. Todos esos componentes deben ser analizados: la casa representa un costo de oportunidad.

4. Comprar la casa que realmente queremos. En nuestro país, muchas constructoras suelen hacer grandes residenciales de lujo en zonas de difícil acceso y con un entorno desolador. Compran enormes terrenos en zonas periféricas relativamente cercanas a grandes avenidas, construyendo casas y departamentos que venden a precios exorbitantes, obteniendo una ganancia considerable. Antes de comprar cualquier inmueble, debemos considerar nuestras necesidades reales, visualizando la operación como una compra de largo plazo.

5. Analizar el sentido financiero que nos ofrece el comprar, contra el de seguir rentando. En ocasiones podemos hacer mejor uso de nuestro capital si seguimos rentando una casa. Por ejemplo, podría ser más conveniente usar nuestro dinero para, por ejemplo, poner un negocio propio, que a su vez nos genere flujo de efectivo positivo, en lugar de gastarnos todo nuestro dinero en una propiedad para habitarla.

Debemos estar conscientes de que tener una propiedad para habitarla no garantiza una estabilidad o futuro financiero brillante. Nos puede acercar o alejar, dependiendo de cómo tomemos esta decisión.

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